Aquí está la prueba que demuestra que, sea el país que sea, con una religión cualquiera, la estupidez humana no tiene límites.
El vídeo muestra a unos soldados israelíes en el momento de hacer su trabajo...aunque sea con unos rifles en mano y ropa del ejercito, patrullando por Cisjordania. Pero el paseíto debió resultarles tan aburrido que, en cuanto oyeron música, se pusieron a bailar. Y ustedes se preguntarán de dónde provenía la melodía... ¿ la llevaban ellos ? ¿ de alguna casa ?...bueno...de una casa sí: nada más y nada menos que de la mezquita, ya que era la hora de la oración.
Patricia López Muñoz
Técnico Especialista en Inmigración
Técnico Superior en Animación Sociocultural
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