Miwa Buene, congoleño de 43 años, ejemplifica como nadie el hecho de que, a veces, las cosas no salen como uno quiere.
A Miwa todo se le paró el día que su supuesto atacante, un ultra , le pegase una paliza que le dejó postrado para siempre en una silla de ruedas con una tetraplejia, después de que el agresor le dijese improperios de gran calibre, que el congoleño prefirió ignorar, dándose la vuelta, siendo atacado por la espalda y la nuca.
A Miwa todo se le paró el día que su supuesto atacante, un ultra , le pegase una paliza que le dejó postrado para siempre en una silla de ruedas con una tetraplejia, después de que el agresor le dijese improperios de gran calibre, que el congoleño prefirió ignorar, dándose la vuelta, siendo atacado por la espalda y la nuca.
FUENTE:
EL PAIS
http://www.elpais.com/articulo/madrid/unico/perdon/carcel/elpepiespmad/20100613elpmad_2/Tes
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